Durante su infancia y adolescencia vivió sucesos difíciles que lo marcaron profundamente, y después le ayudaron como inspiración para contar historias, en algunas ocasiones protagonizadas por su alter ego: Antoine Doinel, la más pura expresión del niño interior, que según algunos postulados de psicología todos llevamos dentro, interpretado por su actor fetiche, Jean-Pierre Léaud, desde los 14 años.
Y es que en él se alinearon todos los elementos para crear la esencia de la inconformidad y el saludable desapego por las normas y reglas dentro de un rubro específico: el cine.
Con este especial de Truffaut y como un guiño a una corriente dentro del cine conocida como la Nouvelle Vague es que nos despedimos del 2020.
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