Programa conducido por Sofía Gatti y Natalia Capusotto ///
Buenos Aires, fines de los 60.
En La Cueva se transpiran los primeros rock cantados en español.
Los rocanroles.
De entre todas las melenas que se agitan con el ritmo resalta una rulosa, a lo Jim Morrison, pero morocha.
Es la de nuestro protagonista, Tanguito.
José Alberto Iglesias.
De Caseros a un paso fugaz por la fama y otro demasiado breve por la vida.
En Tango Feroz, Marcelo Piñeyro junto a Aída Bortnik ilustran a un personaje sensible, idealista, enamorado e incomprendido en un contexto de país que se iba tiñiendo de un gris cada vez más oscuro.
Sepultada por las primeras críticas, repudiada por los cercanos al músico por la reconstrucción edulcorada y poco realista de los hechos y personajes, la película fue, por otro lado, un boom en audiencia y recaudación.
Oxígeno para un cine nacional que estaba en vías de extinción.
Lxs espectadores, en su mayoría un público joven encantado por el rock, tomaron la película como bandera de la juventud, el amor y la libertad.
En una década marcada por el desempleo y el empobrecimiento social, surge una película (1993) en la que el protagonista le deja un claro mensajes a la cultura del consumo:
"No todo se compra, no todo se vende", dice Tanguito mirando de frente a la Super 8 que lo filma.
Todo un mensaje revelador para aquellxs jóvenes que crecieron entre angustia, incertidumbre, un silencio por el pasado que empezaba a ceder y la imposición desde las cúpulas del poder de que la política era una mala palabra.
La banda sonora tiene algunas versiones de temas del incipiente rock nacional que sonaba en esa época y canciones exclusivas que se escribieron y grabaron para la película.
El cd del soundtrack fue también un éxito inesperado en ventas.
Nos parece importante, queridx escucha, que, si no viste la película, no esperes ver una biopic ni conocer más sobre un personaje que ha sido tan marginal y anti mainstream.
No vas a saber más sobre Tanguito al ver la película, ni tampoco demasiado sobre los otros creadores del rock nacional.
Y no usamos el pronombre femenino porque a las mujeres pioneras del rock empezaremos a conocerlas y reconocerlas mucho tiempo después (¡y aún falta tanto!).
Lo que esperamos, queridx oyente, es que si escuchás este programa y luego ves la película, tengas presente a esa juventud de los 90, a esos parlantes que sonaban al palo con la banda sonora en las salas, y a esxs cineastas que empezaban a abrir los ojos para ver que el público joven pedía representación en el cine y presencia en las butacas.
Y que eso no era solo un amor de primavera.
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